El Marqués de Cabrega, señor de Magaz de Arriba

CARLOS DE ARAGÒN, este personaje nació en 1634 y falleció en 1692 (siendo estas fechas confusas). Grande de España, caballero del Toisón de Oro, duque de Villahermosa, conde de Sástago, Luna, Ficalho y marqués de Cabrega, entre otros títulos. Ocupó importantes cargos en el gobierno, político y brigadier de los ejércitos. Gentil-hombre de cámara de S.M. Presidente del consejo de Portugal, Gobernador y Capitán General de los Paises Bajos y Borgoña, Corregidor de Toledo, siendo Virrey de Cataluña poco antes de su muerte.

Entre sus muchas posesiones, destacaremos las enmarcadas en el Bierzo, entre otras: Valtuille, Narayola, Fuentes Nuevas, Lombillo, la mitad de Salas de la Ribera, Rodanillo, La Válgoma y la que nos ocupa Magaz de Arriba. Todas estos bienes fueron cedidos por la marquesa de los Gelves, Doña Mª Serafina de Navarra, tomando posesión de los mismos alrededor de 1666. En Magaz además de vasallos poseía numerosas rentas en especie y derechos sobre foros y censos. Así como la representación del beneficio de sus iglesias parroquiales. Para poder gestionar esto bienes nombraba un gobernador, que tenia plenos poderes para representar al marqués y cobrar sus rentas y foros. Siendo Don Carlos Osorio y Valcárcel, natural de la vecina localidad de San Juan de la Mata su gobernador, al menos durante 40 años ya que mas de 25 años después de su muerte aun conservaba el cargo como muestra el documento. 

En 1720 el marqués que reside en Toledo, dona al  convento de Jesús María de la villa de Tábara, todas las posesiones y rentas de la provincia del Bierzo, declarándose en este documento como abad de San Adrián de Tuñón y dignidad de la catedral de Oviedo. Desde ese momento Magaz de Arriba pasa al vasallaje de Tábara, a quien pagará numerosas rentas en especie, trigo, centeno, castañas y vino principalmente.

A la muerte del marqués se sucedieron los pleitos para gozar de su herencia, los cuales se extendieron durante 57 años. Como consecuencia de la división de sus posesiones muchos de sus bienes acabaron en manos de particulares. Alguno de los mismos los incorporó don Antonio del Valle, vecino de Arganza, a su mayorazgo. Reclamando su heredero D. Blas Fernández Flores, las rentas provenientes por representación IN SOLIDUM  del beneficio curado de las iglesias de Arganza y Magaz de Arriba en 1831. Provenientes de los derechos del marqués de Cabrega.